El año nuevo lunar chino comienza con la luna nueva y la primavera (Chun Fen), después viene el período de lluvias (Yu Shui), seguido de la siguiente luna nueva, la cual trae tormentas eléctricas y el flujo y reflujo del océano.
El año completo se divide en cuatro estaciones. 12 meses lunares y 24 menores, (períodos de dos semanas) que corresponden estrictamente a los ciclos de la luna nueva y la luna llena ("Shuo" y "Wang"). Significa que hay otra división de acuerdo con el apogeo o la decadencia de la luna.
Esto parece tener sentido, ya que la ciencia afirma que los fenómenos naturales ocurren de acuerdo con las fases de la luna. En la antigüedad, los chinos observaban que estos ciclos tenían lugar dos veces al mes y que transmitían su significado. Por lo tanto, el cambio de estaciones y el flujo y reflujo se puede pronosticar con precisión, así como también es posible saber el momento más favorable para la siembra, o para cuándo se espera una ola de frío.
Diez raíces celestiales y doce diversidades terrenales
Las diez raíces se refieren a los cambios en los cinco elementos, madera, metal, fuego, agua y tierra; los que se manifiestan ya sea como yin o como yang, representando por lo tanto a diez energías. Los elementos constituyen una progresión lógica para describir la creación y la decadencia de la naturaleza.
Las doce ramas terrenales, también conocidas como los doce animales del zodíaco, construyen en el calendario lunar un ciclo de 60 años. Dado que los animales son criaturas terrenales, los chinos inventaron símbolos con animales para ilustrar las recurrentes diversidades de la Tierra. Cada año reina un animal específico en combinación con un elemento. En 2010 reina el tigre en combinación con el metal.
Los cinco elementos
De acuerdo con la teología china, los cinco elementos, madera, metal, fuego, agua y tierra, son la piedra angular del cosmos. Sus propiedades y las relaciones entre cada uno de ellos, conducen a la idiosincrasia de la materia. Todas las materias buscan la armonía y el equilibrio, por lo que es imprescindible que los elementos y las energías de la vida estén equilibrados entre ellos.
El calendario representa un medio para garantizar que la gente se conduzca de acuerdo a la evolución de la naturaleza y del cosmos, asegurándose así una vida estable y feliz.